Dicen que es un momento mágico cuando sientes las primeras pataditas de tu hijo en el vientre de su madre. En el caso de Mateo creo que es la primera ocasión que ha encontrado para tomarme el pelo. Al más leve movimiento que la madre sentía, me llamaba para poder poner mi mano sobre la barriga y así compartir el momento. Pero nada. Era colocar la palma de mi mano sobre la panza de mi mujer, y el niño se quedaba quieto. Ni un movimiento. Al principio nos lo tomamos como una casualidad, pero el tiempo nos ha confirmado que el muy tramposo nota mi presencia como Luke notaba la presencia de Vader en el super destructor sobre la luna de Endor. La fuerza es poderosa en él.
Con el tiempo, y a medida que se hace más grande y sus movimientos son más intensos, sí he conseguido sentirle. Aun así, sigue dándonos la sensación de que se tranquiliza cuando nota que lo estoy tocando, así que cuando está muy bailongo, mi mujer me suele pedir que ponga mi mano sobre su barriga.
Hasta la fecha la vez que más lo he sentido fue hace un par de semanas cuando directamente creo que intentó pegarme un codazo desde dentro en plan "déjame tranquilo". La sensación fue de un pequeño huesito golpeando repentinamente la pared de la barriga desde el interior. Vamos, un intento de agresión en toda regla. Me gusta que tenga carácter, así juntos controlaremos la galaxia!! Jejeje.
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