Un buen juego. Empieza bien, se estanca a la mitad y vuelve a repuntar al final.
Nos metemos en la piel de Lincoln Clay, un militar que acaba de volver de la guerra de Vietnam a su ciudad natal: New Bordeaux. Nuestro protagonista pretende retomar su vida junto a sus amigos y su padre adoptivo, quien controla uno de los barrios de la ciudad para la mafia. Pero todo se tuerce, y tras unos acontecimientos iniciales, nuestro protagonista jura vengarse del líder de la mafia: Sal Marcano.
Los principales favores que vamos desbloqueando son: Un chofer que nos trae un coche nuevo donde lo necesitemos, un contable que nos guarda el dinero que vayamos consiguiendo, y un armero que nos proporciona todo tipo de suministros en cualquier lugar de la ciudad. También podremos sobornar a la policía, cortar las lineas telefónicas o pedir ayuda a un grupo de sicarios.El desarrollo de la historia está muy bien llevado en forma de fragmentos de película donde van narrando los acontecimientos que vivimos en el juego como si de un documental sobre nuestras vivencias se tratase. La historia de como Lincoln Clay acabó con Sal Marcano.
El juego puede resultar un poco largo porque peca de repetitivo. Las misiones de la historia principal son todas muy parecidas. En cada barrio los negocios criminales son distintos, pero la manera de hacernos con su control es siempre muy similar. Las misiones secundarias tampoco es que aporten nada diferente. Sin embargo, si tenemos la posibilidad de participar en carreras de coches, lo cual se agradece para variar un poco.La ambientación de la ciudad sureña y la música de la época merecen un reconocimiento especial. Muy notable.
Gráficos: 9
Música: 9
Jugabilidad: 7
Argumento: 6
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