DIARIO DE UN PAPA PRIMERIZO: La matrona

   El martes 27 de Junio tuvimos nuestra primera visita a la matrona. La primera impresión fue de sorpresa. Yo me esperaba la típica señora mayor, curtida por los años, de apariencia similar a la señora Doubfire. Sin embargo, se trataba de una chica joven, rondando los 30, con una camiseta del grupo Kiss bajo la bata blanca. Vamos, que lo mismo te asiste en un parto, que te toca la batería en un grupo de rock. Acompañándola había otra chica aun más joven que suponemos debía de ser la practicante (o la bajista del grupo).

   Al principio estábamos un poco tensos porque era la primera vez que acudíamos a este tipo de consultas y lógicamente no sabes de que va el tema. Pero para ellas se veía que era un día más en la oficina, y eso relajó el ambiente.

   Como la misma matrona nos dijo, esta primera visita fue más informativa que otra cosa. Nos preguntó una serie de cuestiones de salud para cumplimentar nuestra ficha. Si la futura mamá fumaba o bebía, y antecedentes familiares de enfermedades. Por suerte en nuestras familias, a parte de que la mayoría no estamos muy bien de la cabeza, no hay nada de lo que preocuparse.

   También nos dio un calendario con las siguientes visitas que tendremos que hacer. Por delante tenemos: una analítica en la semana 10, la ecografía en la semana 12, visita al tocólogo en la semana 14, y de vuelta a la matrona el 27 de septiembre. Para le ecografía hay que llevar unos documentos firmados consintiendo que hagan una sería de pruebas para detectar cualquier problema y para visitar al tocólogo y la otra visita con la matrona tenemos que comprar unos frascos en la farmacia para llevarles unas muestras de orina (lo que yo llamo el control antidoping).

   Finalizadas las formalidades, la matrona nos dio un librito guía para embarazo, parto y lactancia. Es una especie de manual de instrucciones de lo que se nos viene encima. También nos dijo como debemos llevar la alimentación a partir de ahora, que se resume en comer muy sano y no beber alcohol.

   Respecto a los medicamentos, nada de nada. Así que a cuidarnos al máximo porque no se puede tratar ni un catarro. Si enfermamos tendremos que ir a un chamán a que nos cure con magia.

   Ya para terminar le hicimos alguna pregunta sobre dudas que teníamos apuntadas en una lista, y nos dieron un número de teléfono por si queremos contactar con ella. Al final la chica resultó muy agradable. Volveremos a verla en septiembre.