Ingredientes:
-Langostinos
-Aceite
-Eneldo
-Sal
-Crujiente de cebolla
Pelamos las colas de los langostinos y una por una las aplastamos entre dos papeles de horno ayudándonos del culo de una olla. Las reservamos en la nevera.
Para el aceite de langostinos sofreímos en un cazo las cabezas que nos habían sobrado. Las sacamos a un mortero y machacamos bien para que suelten todos los jugos. Volvemos a depositar todo en el cazo y añadimos más aceite y sal. Dejamos cocinar a fuego muy lento unos minutos. Para terminar pasamos todo por un colador.
Sacamos los langostinos de la nevera y los colocamos en una fuente. Los salamos con sal maldon, y añadimos la cebolla crujiente y un poco de eneldo. Terminamos con un chorrito del aceite de langostinos.
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