Cuidar de un hijo tiene cosas maravillosas, pero hay una parte oscura de la que nadie me había hablado. En la soledad de las mañanas hay momentos complicados y difíciles de explicar. Uno de esos momentos viene cuando recibes la llamada de la madre naturaleza y te das cuenta de que no estás solo. Uno intenta llevarlo con la mayor dignidad posible, pero es difícil mantener la serenidad en circunstancias tan comprometidas cuando sientes que alguien te está observando cual paparazzi a la puerta de una discoteca de famosos. Espero no estar volviéndome loco porque aún no oigo voces, pero si siento una presencia.
viernes, 13 de abril de 2018
DIARIO DE UN PAPÁ PRIMERIZO: Siento una presencia...
Cuidar de un hijo tiene cosas maravillosas, pero hay una parte oscura de la que nadie me había hablado. En la soledad de las mañanas hay momentos complicados y difíciles de explicar. Uno de esos momentos viene cuando recibes la llamada de la madre naturaleza y te das cuenta de que no estás solo. Uno intenta llevarlo con la mayor dignidad posible, pero es difícil mantener la serenidad en circunstancias tan comprometidas cuando sientes que alguien te está observando cual paparazzi a la puerta de una discoteca de famosos. Espero no estar volviéndome loco porque aún no oigo voces, pero si siento una presencia.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario