Este martes 14 de Noviembre hemos pasado la mañana en el hospital. No ha sido por nada grave. La semana hicimos la prueba de la glucosa versión corta, y como los resultado salieron ligeramente altos nos tocó repetir la prueba versión "toda la mañana".
La prueba en si consiste en medir cómo el cuerpo de la futura mamá procesa la glucosa. Al parecer es muy común desarrollar diabetes gestacional, lo que conlleva hacer una dieta específica.
Hay que llegar sin haber comido ni bebido nada desde la noche anterior. A la mamá le dan un jarabe de glucosa y después le van haciendo análisis de sangre cada hora para ver cómo el metabolismo asimila el azúcar. La prueba es muy sencilla, aunque mi mujer por poco se ahoga tomando el jarabe.
Estuvimos desde las 8 de la mañana hasta las 11:30 que hicimos el último análisis. Para pasar el tiempo mi mujer se llevó su ordenador y adelantó trabajo. Yo me entretuve viendo los debates mañaneros de la televisión desde el móvil.
Al terminar, para celebrarlo, bajamos a desayunar a una cafetería del centro. Nos comimos un sandwich mixto con huevo frito cada uno. Mi mujer porque llevaba sin probar bocado desde la noche anterior y yo porque me solidarizo con ella.
La buena noticia nos la dió la matrona la mañana siguiente. Los análisis habían salido bien y no es necesario hacer ninguna dieta.
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