domingo, 24 de agosto de 2008

UN ASTURIANO EN EL LEJANO ORIENTE: Un dia en familia

   Desperte temprano tumbado en el pequeño camastro que me habian preparado en lo que parecia un viejo despacho, que en aquella ocasion hacia las veces de "dormitorio del español". A pesar de lo incomodo del lugar me senti afortunado cuando sali del cuarto y descubri que algunos habian dormido en el suelo del salon. Tras una ducha rapida para terminar de despertarme y con cuidado de no dejar el baño como los del titanic despues del hundimiento (recuerdo que no utilizan cortina), nos dispusimos a desayunar. Para mi sorpresa el desayuno consistia en una sopa de marisco, arroz y una especie de cangrejo grande aparentemente crudo. Yo comi de todo y he de decir que me gusto mucho. 
   Una vez con el estomago lleno, todos menos el abuelo, salimos camino a un templo que quedaba en una especie de isla de piedra en una playa cercana. Al lugar se llega caminando, pero solo cuando la marea esta baja. Tras la visita al templo, que estaba muy bien, la familia entera se puso a buscar cangrejos en el pedrero que rodeaba el lugar. Al principio me sorprendio, pero termine uniendome a ellos y entre todos sacamos una bolsada de crustaceos para que la abuela los cocinase. Les impresiono mucho mi habilidad entre las piedras. Supongo que aun me queda algo de aquellas tardes con mis padres por los pedreros de Perlora.
   Para comer me llevaron a un restaurante donde preparaban noodles caseros. Los noodles son como los spaghetti asiaticos. Como siempre nos sentamos en el suelos y nos trajeron la pasta y los condimentos (verduras, marisco y pescado). Luego, nosotros mismos lo cocinamos todo en unos fogones que teniamos en el centro de la mesa. Estaba buenisimo.
   Despues de la comida el tio de Rosa nos llevo a la playa a ella, sus dos hermanas y a mi. El mar que separa Corea de China es frio y la playa en cuestion era de piedras, asi que la experiencia no fue nada destacable. Lo que si me llamo la atencion es que los coreanos no se quitan la camiseta para tomar el sol. Y claro, hay estaba el español con pecho de legionario llamando la atencion.
   Al regresar de la playa no me quedo mas remedio que vengar la eliminacion de España en el mundial de 2002 jugando un partidillo de futbol contra el tio de mi amiga. El hombre no jugaba un cagao, pero lo que me rei... Y lo mas gracioso del dia aun estaba por llegar. Antes de ducharme me arme de valor y le pregunte si le importaba explicarme como funcionaba el w.c. En este momento estareis pensando que me he vuelto loco, pero no. No es que se me hubiese olvidado como cagar, es que aquel aparato en aquella casa tenia mas botones que el volante de Fernando Alonso. Asi que el hombre se puso a explicarme el mecanismo por el cual un chorro de agua a presion sale disparado directamente a lo que viene siendo el asunto, y luego, una agradable brisa de aire caliente te seca. Y yo claro, de pie, inclinado frente al aparato, escuchando atentamente, completamente ensimismado con toda aquella tecnologia, no me di cuenta de que me encontraba directamente en la trayectoria del chorro. Asi que como os estareis imaginando, ya casi no me hizo falta ducharme. Posteriormente, y ya en la intimidad, pude comprobar el funcionamiento del w.c. y he de decir que funciona. Claro, que el respigo que da el chorrito de agua le hace a uno dar un pequeño salto.
   Y despues verdadera ducha, la segunda comida del dia (como os digo esa gente no hace mas que comer y beber, y no hay un solo gordo). En esta ocasion el abuelo habia cocinado una especie de pescado y aunque eran solo las 6 de la tarde y los noodles me salian por las orejas no le podiamos hacer un feo. Asi que nos sentamos los cuatro hombre de la casa en el suelo del salon y junto con unas cervezas coreanas nos tragamos el pescado. 
   Sin dejar pasar demasiado tiempo, se pusieron de nuevo a preparar la cena: otra BBQ como la del dia anterior, pero en esta ocasion sin lluvia. Al igual que la noche antes lo pase genial. El soju no falto, y claro... otra vez se vinieron arriba. El abuelo saco una armonica y se arrancaron por bulerias. Menudas risas. No se que carajo cantaban, pero sonaba a canticos regionales. Yo estatuve a punto de entonar "la mina de la camocha" pero el soju no me afecto de la misma manera.
   Finalmente, recogimos las cosas y mi amigo el futbolista y su esposa nos llevaron a Rosa, su hermana y a mi de vuelta a Seul.



2 comentarios:

  1. ¿Se puede lograr con ese cagadero supersónico el corte perfecto?. Son dudas que me asaltan...

    ResponderEliminar
  2. El corte perfecto no existe. Es una leyenda urbana, como el yeti o el chupacabras. Si alguien lo ha visto que me lo diga.

    ResponderEliminar