Inolvidable. Asi describiria yo mi viaje a Los Angeles si tubiese que emplear solo una palabra. Por suerte o por desgracia (para aquellos que no os gusta leer) tengo mucho mas que contar. Creo que lo mejor sera que lo cuente por partes.
Como os habia dicho este era un viaje organizado por unos amigos, y como yo me apunte a ultima hora me tocaba volar por separado. Mi itinerario era: Corpus-Houston (1 hora) y Houston-L.A. (3'5 horas). En los aeropuertos sin problemas, asi que ya llegue a la conclusion de que solo me pasan cosas en España. Los vuelos los pase durmiendo, asi que ni me entere. Lo unico negativo fue un retraso que acumularon mis aviones que me hizo llegar un poco tarde.
La accion empezo nada mas pisar suelo californiano. Primero me costo un huevo encontrar a mis amigos en el aeropuerto de Los Angeles. El aeropuerto es grande de cojones y hablar por telefono en ingles con un Koreano no es la mejor forma de comunicacion. Asi que hasta que los encontre estaba un poco asustado. La siguiente escena ocurrio cuando nos disponiamos a tomar un autobus para ir a la agencia de alquiler de coches. Ya estabamos metiendo las maletas, cuando empece a oler algo raro. Me olia como a quemado y claro, me puse mosca y frene en seco en la misma puerta. Dentro se veia como humo, y de repente empezaron a salir llamaradas donde el asineto del conductor. Yo no sabia si aquello era kale borroka Kaliforniana o estabamos en el rodaje de una pelicula de accion. Ahi fue cuando comprobe la sangre fria de mis amigos koreanos. Mientras la tailandesa y yo corriamos como en sanfermines, los otros dos permanecian impasibles junto al autobus como esperando al revisor para preguntarle donde ponian sus maletas. Pero bueno, al final no paso nada. Llego otro autobus y pudimos ir a alquilar el coche.
Tras retirar el coche, un honda muy chulo con apertura en el techo, nos dirigimos al hotel. Lo bueno de viajar con koreanos es que son tecnologia punta. Asi que instalaron su propio GPS y en unos 25 minutos ya estabamos en el barrio koreano buscando nuestro hotel. Al llegar tuvimos que hacer una pequeña trampa porque la habitacion estaba reservada solo para dos personas. Asi que mientras Joon y Pam (koreano y tailandesa) se registraban, Rosa (koreana) y yo dimos un paseo por Koreantown. Serian como las dos de la mañana pero me lleve una buena impresion del barrio. La mayoria de los letreros estaban en koreano, pero los edificioes eran grandes, y no daba demasiada sensacion oriental. Al poco tiempo nuestros otros dos complices en la estafa hotelera nos llamaron desde la habiatacion y por fin nos pudimos ir a dormir.
El dia siguiente nos pusimos en pie como a las 10 de la mañana. Desayunamos, le pedimos el honda al aparcacoches del hotel y marcamos en el GPS la direccion de: Universal Studios. El resto del dia casi os lo podeis imaginar. Lo pasamos como los indios. Las atracciones que hay en estos parques son algo de otro mundo. No solo son montañas rusas, es la ambientacion. Terminator, Jurassic Park, la Momia, Shrek,... parece que vas de pelicula en pelicula.
Cuando nos cansamos del parque (aunque parezca increible uno se cansa) decidimos ir a hacernos unas fotos con el famoso letrero de Hollywood de fondo. El problema es que no existe un sitio concreto desde donde fotografiar el cartel, asi que el GPS se volvio un poco loco. Al final terminamos aparcando en una calle desde donde se veia bastante bien y alli hicimos el reportaje fotografico. A esas alturas el dia parecia que no daba para mucho mas, pero aun me esperaba una de las mejores cosas de todo el viaje: La cena en el restaurante koreano.
Como a esas horas el hambre ya apretaba empezamos a hablar sobre donde ir a cenar. Fue entonces cuando a mi buen amigo Joon se le ocurrio invitarnos a un restaurante koreano. En principio el plan no me parecio ni bueno, ni malo. Yo lo que tenia era hambre. Asi que me empeze a poner nervioso a medida que pasaba el tiempo y mi amigo asitico no terminaba de decidir a donde llevarnos (son tecnologia punta, pero para tomar una decision echan un minimo de media hora). Yo le decia: cagonlaleche Joon! estamos en Koreantown!! entramos al primer chiringuito y comemos lo que sea!!! Pero el sabia de sobra lo que estaba buscando: Korean BBQ. Por fin encontramos el sitio, y menudo acierto. Nada mas entrar por la puerta mis amigos empezaron a hablar con los del restaurante en koreano y yo ahi ya me perdi. Solo se que nos sentaron en una mesa que tenia una especie de plancha en el centro y empezaron a traer cosas: ensalada, sopa, verduras troceadas, champiñones, salsas de todo tipo, una especie de tortilla,... sobre la mesa habria como unos 20 platos con cosas diferentes. Entonces llega la camarera y se pone a cocinar la carne sobre la plancha. Menuda carne!! Cojonuda! yo pregunte y me dijeron que era ternera (quiero pensar que no me mintieron), pero estaba buenisima. La dejaba hacerse un poco y luego la cortaba en tiras con unas tijeras. El truco estaba en coger una tira de carne con los palillos y mezclarla con cualquiera de los ingredientes que habia sobre la mesa. Cada bocado era un sabor nuevo y exquisito. Para beber nos pusieron una especie de te caliente, pero luego, como es costumbre en korea, cenamos con Soju. El soju es un licor de unos 20 grados, que se toma como si fueran chupitos y de un trago. El sabor es agradable, y viene a ser como si rebajas vodka con agua. No me queda mas remedio que reconocerlo: cayeron varias botellas. Como mi amigo veia que yo estaba disfrutando como un enano, decidio impresionarme un poco mas y encargo uno de los platos mas populares de korea para terminar de acojonarme. En esta ocasion se trataba de una especie de cangrejo gigante, tamaño ñocla, macerado en una especie de vinagreta hecha con salsa de soya. El tio quedo acojonado al ver la soltura con la que yo comia aquel animal, chupando patas y sacando las huevas del carro. Habre comido yo pocos centollos a lo largo de mi vida... El bicho estaba rico, no os quiero mentir, pero asustaba un poco el hecho de que estaba completamente crudo!!! Pero bueno yo comi y bebi como un gochin, que es lo que se supone debe hacer todo asturiano cuando lo invitan a comer.
Tu gochería no tiene límites. Ni aqui ni en L.A. ni en la mismísima Korea. Pero bueno, eso ya lo sabiamos todos. Contarte que por aqui "alguien" cumplió años el Sabado y lo celebramos como dios manda, visita de Champ incluida, pero si quieres saber más.. deberás entrar en el blog de ese "alguien" digamos... el señor "M". Jejeje. Salu2
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