jueves, 29 de mayo de 2008

UN ASTURIANO EN AMERICA: Fin de Curso

   Normalmente, terminar un curso es para mi una de las mejores cosas que me pueden pasar. Llega el verano, las vacaciones, la playa,... pero en esta ocasion no me produce ninguna alegria o satisfaccion. Terminando este curso se pone el punto y final a un año increible que me ha llenado de experiencias y sobre todo me ha permitido conocer a infinidad de gente, buena y mala, pero de todos he aprendido algo.

   Academicamente ha sido un año lleno de exitos que ni yo mismo podia imaginar. Aun recuerdo el miedo que me daba empezar la universidad en ingles y ahora, ni un año mas tarde, casi me da risa. Este ultimo semestre mis notas han sido increibles, siempre entre las mejores de cada clase, y estas ya eran clases con americanos. En Composition y en Marketing los profesores me dijeron que no me hacia falta hacer el examen final, ya tenia el sobresaliente. Y en Public Speaking... bueno, en esa clase te enseñan a hablar en publico y dar discursos. Durante el curso cada alumno tiene que dar tres discursos frente a la clase, y en el ultimo se supone que tienes que persuadir a tus compañeros para que apoyen una organizacion que tu mismo eliges. Para hacerlo aun mas interesante se hizo un fondo comun de 60 dolares que irian a parar a la organizacion ganadora. Y a que no sabeis quien gano? jajaja. Si, el asturiano. Les meti una charla lacrimogena sobre una organizacion en contra del aborto que los deje frios. Lo que pensaba para mi mismo era: dios mio, si me dejan hablar en español soy capaz de convencerlos para que salten por la ventana. No, fuera bromas, esa clase me gusto muchisimo y creo que ha sido mi mayor reto hasta el momento, no solo por el ingles, tambien por tener que hablar frente a tanta gente (acojona!!). Pero que nadie se engañe, sigo siendo el mismo de siempre, he salido mas de fiesta este semestre que nunca.

   Pero bueno... ahora que ya no tengo que levantarme a las 6:50 de la mañana, ni hacer deberes, ni estudiar, ya lo hecho de menos. Echo de menos llegar al college en mi viejo Land Cruiser escuchando musica en mi mp3. Echo de menos las caminatas por el campus llendo de facultad en facultad. Echo de menos el frio en las clases y el calor asfixiante fuera, y esa bocanada de aire frio o caliente cuando las puertas automaticas se abrian a mi paso. Echo de menos las horas en el laboratorio haciendo tiempo antes de pasarme por casa a comer algo, y luego, lunes y miercoles, al Barnes&Nobles a estudiar o hacer tarea, ya fuera solo o en muy buena compañia. Echo de menos a la gente. A los profesores y profesoras, con esa amabilidad casi ofensiva. A mis compañeros, que aunque sigo viendolos a casi todos, ya no es en el dia a dia de las clases.

   Supongo que todas las cosas en la vida tienen un principio y un final, eso hay que aceptarlo, pero no siempre es agradable. Me quedan unos recuerdos maravillosos de una año que ha sido un sueño. Un sueño que he compartido con grandes amigos, que al igual que yo estan aqui de paso, cada uno siguendo su propio camino, pero con la suerte de habernos encontrado en esta etapa. Ahora nos toca ir despertando del sueño y continuar nuestras vidas. Todos, de una manera o de otra, avandonaremos Corpus en los proximos meses. Yo, por mi parte, empiezo a sentir que mi etapa aqui ya se termina. Como he dicho antes ha sido un buen año, creo que va llegando el momento de emprender el vuelo... aunque mi regreso a España aun tendra que esperar un poco ;)

domingo, 11 de mayo de 2008

UN ASTURIANO EN L.A. (Parte 3)



   El tercer dia del viaje tuvo muchas similitudes con el primero. Madrugamos (todo lo que pudimos tras la accidentada noche), desayunamos y pusimos rumbo a otro parque de atraciones. En esta ocasion se trataba de DisneyLand.


   Disneyland queda un poco lejos del centro de Los Angeles, asi que tardamos como unos 45 minutos en llegar. Una vez alli, lo de siempre, aparcar el coche y a disfrutar. El complejo esta dividido en dos parques diferentes: Disneyland y California Adventure. Nosotros compramos solo entradas para el primero que es donde estan las atracciones mas conocidas (el del castillo para que nos entendamos), y la verdad que fue un acierto comprar solo para un parque porque es materialmente imposible visitar los dos en un dia. El sitio es enorme, y las colas para las atracciones tambien lo son. Pero bueno, echandole un poco de paciencia no hay problema. Ademas, uno esta de cachondeo y el tiempo pasa rapido. A pesar de las colas nosotros nos subimos practicamente en todas las atracciones, desde las mas acojonantes, hasta las que eran claramente para niños. Pero bueno, en Disney todos somos niños. Ya os dije una vez que si en algun lugar del mundo existe la magia es en Disney, y que mejor sitio para Wallace el Blanco (jejeje). Fuera de lo que son atracciones, me resulto interesante conocer al famoso robot de Honda: ASIMO. Yo quiero uno asi para mi casa, y me da que dentro de unos años algo parecido tendremos todos. El cabron hace de todo, y es capaz de correr que se mata. La verdad que si lo piensas bien casi asusta un poco... asi enpezaron en Terminator.


   Bueno, en Disney pasamos todo el dia (casi nos tienen que echar de alli), asi que tras condudir 45 minutos de vuelta y llegar al hotel estabamos tan cansados que no nos apetecia salir a cenar. Como hambre si teniamos, mi amigo Joon encargo por telefono la cena a un restaurante koreano. En vez de telepizza esto seria telecomidakoreana. La cosa no sabia mal. Era una especie de carne en diferentes salsas, y picaba de cojones. Yo ya me estoy acostumbrado a la comida mexicana, pero estamos hablando de otra dimension del picante (de manicomio guatemalteco). Gracias a dios teniamos unas cervezas para digerir todo aquello. Una vez cenados nos retiramos a dormir, al dia siguiente teniamos aun muchas cosas por ver y yo tenia mi avion esa misma noche.


   Mi ultimo dia en Los Angeles comenzo con la rutina de siempre (las buenas costumbres nunca deben perderse) y una vez listos nos subimos al coche y comenzamos la peregrinacion. La primera parada fue en el mismo Korean Town buscando alguna tienda tipica donde yo pudiese comprar una botella del licor koreano. La verdad que no necesitamos buscar mucho, nos metimos en un centro comercial y alli todo era koreano, (gracias a dios que tenia ayuda oriental, si no lo mismo compro lejia) asi que me pude comprar un botella de litro y medio para consumo propio, y dos botellines mas pequeños para un par de amigos.


   Tras la parada tecnica nos fuimos al Staples Center que es el lugar donde juegan los Lakers. Uno no puede venir a Los Angeles y no visitar la casa de su mitico equipo. Ya sabeis que yo no soy muy aficionado al baloncesto, pero con que cara iba yo a mirar a mi amigo Min a los ojos y decirle que estuve en la ciudad de su equipo favorito y no me pase por la cancha? Ojala algun dia podamos ir los dos juntos y ver un partido. Logicamente la visita a la tienda fue obligada y se queda uno tonto viendo todo el merchandising que tienen.


   Una vez que terminamos en el Staples Center, nos pusimos rumbo a Long Beach. La verdad que no se muy bien que es Long Beach. No se si es un barrio de Los Angeles, o es una ciudad por si misma. El sitio es grande de cojones, y queda considerablemente lejos, asi que me decanto por la segunda opcion. Lo mas interesante que hay alli es el famoso transatlantico Queen Mary, que esta anclado a modo de museo o algo asi. Nosotros no subimos a bordo, pero nos dimos un paseo por la zona y tiramos unas fotos. El barco es enorme, y me resulto interesante.


   Ese momento ya estabamos en el ecuador de mi ultimo dia en los Angeles, esa misma noche a las 12:30 despegaba mi avion. Asi que pusimos rumbo a mi ultimo destino: Santa Monica y Venice Beach. lo primero que hicimos fue ir a registrarnos en el hotel donde mis tres compañeros iban a pasar su ultima noche. La verdad que me hubiese encantado haberme podido quedar con ellos esa noche tambien. El hotel estaba muy bien y practicamente a pie de playa, pero su avion salia al dia siguiente a las 3 de la tarde y luego iban a pasar toda la noche esperando en el aeropuerto de Dallas, asi que las pocas horas que ganaba las iba a perder luego en los aeropuertos.


   Las playas son impresionantes (las autenticas de los vigilantes de la playa). Kilometros y kilometros de arena, con un paseo presioso lleno de tiendas y chiringuitos de todo tipo. Alli te puedes encontrar de todo. Hay gente corriendo, patinando, andando en bici, los hay que estan tocando algun instrumento (habia uno con un piano), mimos,... vamos que te encuentras frikis de todo tipo y condicion. Nosotros dimos un paseo disfrutando del ambiente y terminamos cenando en una pizzeria, contemplando un precioso atardecer sobre las aguas del pacifico. Me encanto esa tarde, y ha sido la vez que mas lejos he estado de casa (segun el Google Earth 9.057 km, casi naaa!!!). Terminada la cena nos pusimos de camino al hotel, y no se que carajo paso al ponerse el sol, pero lo que era un paseo presioso se combirtio en un escenario de pelicula de terror. Digamos que la gente normal desaparecio, los chiringuitos cerraron, y solo quedaron por alli los locos, que eran unos cuantos. Todo esto sumado a que la zona esta muy mal iluminada, hacen que el lugar sea muy poco recomendable durante la noche. Os lo juro, parecen dos mundos diferentes. Y todo ello en cuestion de media hora. Asi que aceleramos el paso y llegamos al hotel acojonadillos pero sin problemas. Y eso fue todo... descansamos un rato y mis amigos me acercaron al aeropuerto para coger mi avion de vuelta a Texas. Ese era el punto y final de un viaje increible en el que no solo conoci una ciudad preciosa como Los Angeles, sino que tambien vivi unas experiencias maravillosas con tres personas a las que casi no cococia y que se han convertido en tres amigos para siempre.