Cualquier viernes es bueno para darse un homenaje, y en mi caso, una apuesta segura es la Taberna El Perejil (c/Santa Doradia 19 - Gijón).
Empezamos con una tabla de cecina con virutas de foie. Espectacular cómo combinan los dos sabores.
Continuamos con lo que fue toda una sorpresa para mi, una tosta con mantequilla y virutas de trufa. Digo sorpresa porque yo nunca había probado la trufa y me resultó un sabor de lo más interesante. Hay quien dice que sabe a mineral, a humedad, a tierra... y dicho así casi suena hasta mal. Por mi parte, como nunca he comido tierra para comparar, diré simplemente que estaba muy bueno. Otra cosa distinta fue la opinión de mi novia, que cuanto más comía más asco le daba. Está claro que sobre gustos no hay nada escrito. Igualmente recomiendo probarlo.
Para terminar, secreto de cerdo ibérico con más virutas de foie. Que no faltasen que estaban buenísimas.
Todo ello regado por una botella de Rioja Luis Alegre crianza 2011.
De postre helado de yogur griego con miel y nueces (y no, no llevaba virutas de foie).
Y esto no sería la mala vida si no hubiéramos terminado tomándonos unos cócteles. Gin&Tonic y Piña colada cortesía del café Dindurra (Paseo de Begoña 11 - Gijón).